El nuevo libro de relatos de un maestro de la narrativa breve, Premio Nacional de las Letras Españolas.
¿Quién está realmente seguro de no ser imaginario?
Un hombre no sabe si es real o parte de un relato; otro accede a un estado desconocido y placentero tras una sedación; alguien acaba traspasando la frontera entre realidad y ficción después de convertirse en personaje de un relato escrito por Andrés Choz; dos gemelas viven intercambiando sus identidades hasta las últimas consecuencias; un escritor se enfrenta solo a la última noche en la que un hotel está abierto…
José María Merino, uno de los grandes maestros del género del relato en España, construye en este libro un artefacto literario genial, al modo de las muñecas rusas, en el que las ficciones encierran ficciones que además hablan unas con otras y comparten personajes o situaciones. Combinando el humor, la sorpresa y la inquietud ante lo desconocido, todos ellos giran en torno a temas tan sugerentes como la identidad, el doble, la frontera entre la vigilia y el sueño, las realidades paralelas o la inteligencia artificial.
La crítica ha dicho:
«[Destacamos] su maestría y excelencia en la creación de literatura fantástica en las modalidades narrativas de novela, novela corta, cuento y microrrelato, así como la inteligencia de sus reflexiones teóricas sobre la ficción. Todo un referente para sucesivas generaciones».
Jurado del Premio Nacional de las Letras Españolas
«Una obrapolifónica muy amena, que hospeda la mirada reflexiva sobre el mundo de su autor».
Santos Sanz Villanueva, El Cultural
«Merino mezcla la realidad y la ficción, la biografía con la autobiografía, y la literatura con el arte».
Karina Sainz Borgo, Zenda
«Maestro del cuento, mago de las palabras, juguetón con los vocablos y defensor del lenguaje como herramienta para vivir más y mejor».
Inés Martín Rodrigo, ABC Cultural
«Merino [arma] un cesto sólido, sin rotos a pesar del reto. Tiene la maestría de quien ha merecido el Premio Nacional de las Letras, y el temple de aquel que ha saltado innumerables veces del trampolín encontrando siempre agua en el fondo».
María Paredes, The Objective
«Siempre ha dominado José María Merino esa oralidad de lo mágico del lenguaje que es la identidad más segura, y el mejor instrumento para darle a los sueños alas y procurarle a la filosofía espíritus que abonar. Es lo que tiene su dominio de la alquimia de la literatura. Merino coge las tormentas de granizo y las inundaciones de basura que nos deterioran a diario el paisaje de lo que somos, y las convierte en cuentos morales».
Guillermo Busutil, Zenda