Nació en Melilla en 1938, creció en el Raval y fue uno de los
mejores bailarines de flamenco de los sesenta. A principios de los
setenta, abrió en Sant Cugat una academia en la que reunió un
grupo de seguidores eles y siete mujeres que le seguirían
durante toda la vida y con las que tuvo cuarenta hijos. Abrieron
clínicas por toda España en las que la gente pagaba miles de
pesetas para que Raschimura los curara. En 1983 la Guardia Civil
los acusó de la muerte de ocho pacientes de la clínica de Sant
Cugat y llevó a la Fiscalía General del Estado a investigar por
primera vez el problema de las sectas en España. Vivancos huyó
con su familia a Canadá, donde refundaron la comunidad, hasta
que unos años más tarde le picó una mosca mortífera que le
provocó una infección en el cerebro. Hoy, la leyenda de Pedro
Vivancos sigue viva. Y también la gran pregunta: ¿realmente
fueron la primera secta española o solo una familia que
decidió vivir al margen de los esquemas sociales?
Autor | |
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Editorial | |
Fecha | |
Páginas | 176 |
Formato | Tapa blanda |