Un día, el bosque cambió. Se llenó de ruido y estruendo, pues enormes mons-
truos de metal clavaban sus dientes y garras en la tierra. Cortaban los árboles,
movían el suelo, y los animales comenzaron a huir. Lo escuché todo y me re-
fugié en el tronco hueco de un árbol. Cerré los ojos y, cuando más miedo tenía,
oí una voz que me decía: «Despierta». Así empieza una aventura en la que,
acompañando a Artemis, guardiana de la naturaleza, y a su cuervo Kutkh,
guardián de la luz y la creación, recorremos nuestro planeta para aprender a
amarlo y respetarlo.