Una vez más, la autora mezcla con pericia el realismo más crudo con el delirio surreal, convocando certeros aromas del tremendismo de Cela, el realismo mágico de Cunqueiro y el esperpento de Valle-Inclán. El resultado es una novela fascinante.
Una vez más, la autora mezcla con pericia el realismo más crudo con el delirio surreal, convocando certeros aromas del tremendismo de Cela, el realismo mágico de Cunqueiro y el esperpento de Valle-Inclán. El resultado es una novela fascinante.