En un viaje que nos lleva desde Polonia, a través del París revolucionario, hasta el invierno de Mallorca y de vuelta a Francia, a la finca de George Sand en Nohant, LaFarge sigue los pasos de Chopin entre 1837 y 1840, que dedicó a la composición de su célebre «Marcha fúnebre», para trazar un retrato íntimo y original de un artista inigualable.