Consigue armonizar cuerpo, mente y espíritu con hábitos y alimentos de la filosofía macrobiótica.
«Soy un ser espiritual viviendo una experiencia humana y tengo el privilegio de contar con un cuerpo físico como la antena que une ambos mundos.
En este sentido, se hace imprescindible practicar hábitos saludables, evitando los que son autodestructivos, y, sobre todo, seguir una alimentación fisiológica que facilite la conexión.
Este cuidado integral de la salud es una muestra de amor hacia nosotros y hacia los demás. Y es en este sentido en el que la macrobiótica entra en juego con todas sus herramientas de sabiduría milenaria».
El yoga de los alimentos propone un estilo de vida para cultivar la armonía, tanto con alimentos como con hábitos que nos permitan potenciar nuestras capacidades y nos acerquen a la espiritualidad, de la mano de la filosofía macrobiótica: un camino complementario hacia la elevación de la conciencia.