Yo, Isidora Ramírez García, que perdí mi nombre cuando abandoné España junto a mi madre, Carmen, y a mi tía Teresa en 1939 en busca de mi hermano Ignacio, voy a contarte mi historia, María. Para que sepas quién soy y quién era tu abuela, y todo aquello que reunió a nuestras familias durante la Guerra Civil para separarlas después. Sabrás de sus pérdidas, que fueron las mías, del dolor inhumano y las lágrimas constantes? Y lo que pasó cuando nuestros destinos se separaron y yo me convertí en una de las prostitutas del campo de concentración de Ravensbrück, un lugar lleno de puentes y palomas blancas, cuyas plumas se ensuciaron de sangre y semen por dos razones: la simple y llana supervivencia y la lucha incesante, con armas escasas, contra el fascismo.
Quieres saber del campo de concentración infame que atentó contra la vida de miles de mujeres; ahí está la historiadora que eres, María, y que nunca ejerció como tal, pero la periodista en la que te has convertido, entre vasos de whisky, demasiados, y que aún busca una identidad que le niegan los secretos de familia, lo que quiere saber realmente es qué esconde la caja de los dolores feos.
Tres días, María, tres días y podrás abrir esa caja en la que, al contrario que en el mito clásico, la esperanza no ha buscado refugio, sino que voló de rama en rama para posarse a las puertas del puerto de Vigo, de una calle de París; se quedó enredada en las alambradas de Ravensbrück, regresó malherida a las puertas de la pensión Soledad y allí cantó de nuevo por la libertad, las mujeres, los oprimidos y la revolución.
Personajes reales y ficticios, un horror inimaginable, pero también amistad, resistencia y fraternidad componen esta novela de la que no se sale inmune sobre los perdedores de la guerra de España y su exilio a infiernos donde la crueldad es incomprensible incluso desde la más profunda de las insanias.
Los lectores han dicho:
«Fermina Cañaveras da voz a las más vulnerables, a las obligadas a prostituirse. Es un grito a la conciencia que nos golpea y hace imprescindible reivindicar la Memoria Democrática. Siempre», Baltasar Garzón.
«Esta novela nos hace tomar conciencia sobre la violencia ejercida a las mujeres, sobre la realidad de aquellas que fueron obligadas a prostituirse durante el Tercer Reich», Alejandro Palomas.
«Es difícil sorprender con un tema que parece que ha tocado todos los palos y las aristas posibles, como es la Segunda Guerra Mundial o ese oscuro agujero de la historia de la humanidad que fueron los campos de concentración nazis. Viene Fermina Cañaveras y lo consigue con una Historia en mayúsculas que, si no te agita el alma, es que algo te falla», Pablo Vidal.
«Contar esta historia no ha tenido que ser fácil. En las guerras, como en casi todo, las que más pierden son las mujeres. Sigue escribiendo, por favor», Francisco Paredes.
«Gracias por escribir esta novela y dar luz a esta historia cruel, pero necesaria», Raúl Bravo Velasco.
«Una novela valiente y necesaria que ayuda a mitigar esa deuda que tenemos con el pasado. Narrativa histórica pura con mucha verdad y, sobre todo, mucho corazón», Carlo Crespo González.
«Escribir la vida, no vida, de estas mujeres va más allá del hecho literario. Narrado de manera estremecedora. Esta novela es una necesidad para la historia», Rafael Cabanillas Saldaña.
«Novela cargada de memoria. Imprescindible, gracias por tu trabajo, Fermina Cañaveras», Juana Caro.
«Historia escrita con mayúsculas para guardarla en la memoria colectiva. Gracias, Fermina Cañaveras por conseguir que las perdedoras de ayer sean las ganadoras de hoy», Luis Torrijos.
«Una historia que jamás debió ocurrir, pero que hacía mucho tiempo que debía haberse contado», Ángela Conde.
«Imprescindible. De un valor incalculable en estos tiempos oscuros que azotan a la vieja Europa», Ramiro Alonso.
«Una investigación histórica apasionante, Fermina Cañaveras debuta brillantemente en la literatura con esta desgarradora novela», Marisa Somoza.
«Esta no es una novela histórica sin más, es una novela de Memoria. Imprescindible», Gabriel Urciuoli.
«Cañaveras con su novela deja claro que es un ejercicio sanísimo rescatar a las mujeres de los márgenes de la historia», Blanca Fernández Romera.
«No logro imaginar lo que Fermina Cañaveras ha sentido al escribir esta historia. La autora lo hace con mucho cuidado y sensibilidad. Algo digno de admiración y respeto. Esta historia es una historia viva», Elisabeth Serra Domínguez.
«La novela de Fermina Cañaveras supone un sincero y sentido homenaje a todas las mujeres que estuvieron en Ravensbrück y conocieron el infierno. Un episodio de enorme crudeza, que, pese a todo, es abordado con una sensibilidad enorme. Historias que deben ser rescatadas del olvido».
«Gracias por darle al mundo este pedazo de novela y, sobre todo, no dejes de escribir».
«Una novela escrita de forma magistral con una empatía, un cariño y un sentimiento de sororidad que te hace estar allí, sufriendo con ellas, llorand