Una reflexión sobre la identidad religiosa, étnica y
política, algo que sigue siendo relevante hoy en día en
el contexto de los debates sobre nacionalismo y
diversidad. La novela presenta una de las historias de
amor más interesantes y difíciles de la literatura
inglesa del siglo XIX. El amor entre Daniel y Mirah es
puro y desafiante, contrastado con las relaciones más
destructivas, como la de Gwendolen y su esposo.
Es la última gran novela de George Eliot, y sin duda una
de las más complejas e innovadoras, que va mucho más
allá de la cáustica sátira social.